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28 de noviembre de 2013

Nostalgia. Pregón. Gracias Laura Pérez Arias.


Lo que significa el día de hoy  para los que un día fuimos  pregoneros.

27 de noviembre del 2013.  Suena el despertador. Como ya es habitual, me despierto en otro lugar completamente diferente a aquella pequeña ciudad en la que crecí. Miro el calendario y sonrío para mis adentros. Enciendo la radio y el locutor vuelve a recordar que día es. Siento nostalgia.  Sé que cuando salga a la calle no haré aquel trayecto tan concurrido de casa al colegio que realicé cada mañana durante  tantos años.  Hemos crecido, todos llevamos vidas completamente diferentes, ya no nos vemos cada día , ni tenemos aquellas luchas diarias con nosotros mismos pensando en que nos depararía el futuro cuando terminásemos el colegio, porque aquel futuro que parecía que no iba a llegar nunca, es ahora nuestro presente.
Han pasado ya 5 años desde que fuimos aquellos locos bajitos protagonistas de su fiesta. Sin embargo cierro los ojos y vuelvo a nuestros 15, a nuestros 16, vuelvo a vernos dar saltos sobre el escenario,  subiendo y bajando la rampa del  salón de actos… Vuelvo a vernos recopilando fotografías, cortando música y ensayando en cualquier esquina del patio. Creo que todavía puedo escuchar las quejas de nuestras madres porque en casa no había otro tema de conversación. Sonrío al recordar a nuestros profesores, siempre atentos para que todo saliese perfecto, luchando a nuestro lado y compartiendo momentos. Pienso en aquella pequeña revuelta que surgió tras la propuesta de tema que sin embargo terminó sacando lo mejor de nosotros mismos.
Y es que, paseo por mi nuevo barrio y sé que ya no pasaré por la verja del colegio ni veré sus globos colgando de las ventanas, ni los banderines de colores que tanto me gustaban, esos que cada año nos recordaban que nuestras fiestas habían llegado. Pienso en nuestros vestidos, guardados en algún armario junto con el resto de recuerdos que dejamos antes de marcharnos, pienso en el plástico del gimnasio, los nervios previos y  en como sonó aquella canción de “Revolución” de Amaral  que hizo  temblar el escenario durante una milésima de segundo.
Cerrad los ojos,  puede que para algunos hayan pasado seis, siete, ocho, o incluso  más de diez años, eso es lo de menos. Ahora pensad, ¿qué alumno que haya pasado por la Milagrosa no siente esto cada 27 de noviembre?
Recuerdo a mis compañeros, a mis amigos, les echo de menos. Hoy volvería con ellos, a nuestra Milagrosa, a nuestro escenario, a nuestro pregón. Hoy, aunque solo fuese por un momento, volvería al 2008.
Estoy segura de una cosa, las generaciones van pasando,  pero el escenario siempre es el mismo. Y este escenario guarda en su memoria grandes batallas, sueños ilusiones, triunfos…
Hoy recuerdo con cariño a mi 93. Todo esto lo vivimos juntos. Y os invito a que aunque estéis lejos, cada 27 de noviembre, sonriáis, recordéis o incluso derraméis alguna lagrimilla. Porque por mucho que hayan pasado los años, seguirá siendo nuestro día.


                                                                            Laura Pérez Arias



3 comentarios:

  1. Gracias por tu artículo.
    Se os echa de menos. Un beso

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  2. Sencillamente precioso.
    Besos, Santiago Durán.

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  3. Precioso artículo, Laura!!!
    Un besazo de tu profe que sintió cada frase que escribiste.
    Gracias!

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