El viernes 17 de febrero, llegó el momento de cambiar la rutina universitaria, regresar a nuestra ciudad de origen para volver a reencontrarnos con nuestros viejos pupitres, con nuestro viejo patio del recreo, con nuestros profesores, y con aquellos últimos recuerdos que dejamos en aquellas aulas.
Para algunos ya habían pasado años desde que dijeron adiós a la verja gris, otros aún recordamos con cariño la despedida que tuvimos en el mes de junio, no hace mucho tiempo.
La cita consistía en mostrar la experiencia e impresiones de nuestras carreras recién empezadas o por el contrario casi a punto de terminar, a todos aquellos que en poco tiempo comenzarán a formar parte de nuestro mundillo.
Así, estos pudieron contar con la presencia de un piloto de aviación, una médico, y estudiantes de Biotecnología, ADE, Magisterio, Periodismo y Comunicación Audiovisual e ingenierías Industrial y Aeronáutica.
Todos nosotros pasamos por sus mismas clases, contamos con las mismas horas de Historia de Matemáticas, Lengua … e incluso tuvimos que demostrar todo lo que sabíamos en una famosa prueba, temida, y nombrada casi a diario : Selectividad.
Pero el tiempo pasa y pesa. Desde mi experiencia lo que antes nos parecía un mundo, ahora no es más que el recuerdo de una pequeña escena del teatro de nuestra vida, una escena que dejó miles de experiencias, amigos, imágenes y sobre todo lecciones.
Madrid es enorme. A veces extraño los tres minutos de camino al colegio todas las mañanas, cada ruta por Sanabria, cada disfraz del pregón, cada lágrima del festival, pero una cosa tengo clara, por muy lejos que estemos, por mucho que todo haya cambiado, el colegio siempre será nuestra casa cuando estemos dispuestos a volver.
Laura Pérez Arias
Ex-alumna
Estudiante de Comunicación Audiovisual y Periodismo, Universidad Rey Juan Carlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario