Es
increíble, como el mundo cambia, como la vida sigue y el tiempo manda.
Lo que un día fue para siempre hoy es solo uno de tantos recuerdos. Los
amigos de la infancia se convirtieron en enemigos de la vida y nuestros
antiguos enemigos en pilares de nuestro día a día.No tiene porque ser
mejor ni peor nuestra vida de lo que antes era, pero tal vez, y solo tal
vez, ahora somos más conscientes de todo y todos.Pero si que es verdad,
la ignorancia hace tantas veces la felicidad.¿O tan solo la
confundimos?
Querida yo del pasado:
Quédate
donde estás, por favor, no te muevas de ese momento de tu vida. Sonríe,
sigue sonriendo, que ya vendrán las lágrimas, equivócate, que los
castigos a tu edad no llegan. No madures, que eso llega solo, no te
quieras creer mayor, porque si ahora solo se la mitad, imaginate lo que
tu sabrás. Juega, con muñecos, no con corazones y sentimientos. Rompe,
lo lapices de tanto pintar, no la confianza de los que más le importas.
No
escuches, ni ahora ni nunca ninguna crítica que venga de alguien que
parezca sincero, no lo es. Pero tampoco dejes que te llenen los oídos
con lo genial que eres, cuanto más te lo creas, mas daño te harán. Cree
en ti, por encima de todo y de todos, aprende, sin los palos que te da
la vida. Sueña, todas las noches y hazlo realidad al día siguiente. No
busques en las buenas a quien no estuvo en las malas.
Vive,
por lo que más quieras, vive cada día como si fuera el último, haz lo
que quieras, sin hacer daño nunca. Y recuerda que los errores nos hacen
ser quien hoy somos.
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